Si le preguntas a un niño “¿Qué hace un arquitecto?”, probablemente responda algo como “los arquitectos construyen casas”. Y están en lo correcto. Los arquitectos diseñan casas residenciales, edificios comerciales, negocios locales y a veces trabajan con planificadores urbanos para crear espacios públicos. El aspecto “hogareño” es lo que lleva la respuesta de un niño a otro nivel, es la demanda real del trabajo de un arquitecto. Las responsabilidades de su carrera van más allá del presente y deben tener en cuenta el estilo de construcción, la selección de materias primas, la seguridad y la sustentabilidad, y deben hacer todo esto cumpliendo con las demandas de sus clientes y las regulaciones estatales o federales.
¿Qué es lo que hace un arquitecto?
Michael Sorkin fue un arquitecto estadounidense, un intelectual del diseño y un crítico prolífico a quien perdimos el año pasado debido a complicaciones causadas por el covid-19. Él creó una lista llamada “Doscientas cincuenta cosas que un arquitecto debería saber”, que ilustra a la perfección las complejidades de diseñar infraestructuras donde las personas pasarán tiempo, trabajarán y vivirán sus vidas.
Sorkin fue una voz firme que describió una imagen clara sobre cómo las necesidades humanas, arquitectónicas, políticas, de sustentabilidad y de diseños hermosos están profundamente interconectadas. En su lista, podemos ver varios ejemplos de los deberes reales de un arquitecto y las muchas responsabilidades indirectas que tienen un rol en el juego de la construcción.
- Los salarios de los trabajadores de la construcción
- Cómo vivir en una pequeña habitación junto a cinco extraños durante seis meses
- La inclinación de una rampa para discapacitados
- El origen de los materiales
- El código de fuego
- La norma sismorresistente
- El código de salud
- Tres buenos lugares para almorzar a poca distancia
- El efecto del diseño de tu ciudad en las “millas de alimentos” de los productos frescos
- Los litros de agua utilizados en una ducha
- La distancia a la que puedes reconocer rostros
- La cantidad de personas que reciben subsidios de alquiler en Nueva York
- En tu ciudad (incluyendo a los ricos)
- Cómo poner ladrillos
- La velocidad a la que los mares están subiendo
- Modelado de información de construcción (Building Information Modeling, o BIM, por sus siglas en inglés)
- Qué quiere el cliente
- Qué piensa el cliente que quiere
- Qué necesita el cliente
- Lo que el cliente puede pagar
- Lo que el planeta puede permitirse
Obviamente, estas son simples ilustraciones poéticas sobre las profundidades y la importancia de la arquitectura. La vida diaria de un arquitecto suele involucrar el diseño de casas, complejos de departamentos, centros comerciales, espacios de oficina y hasta fábricas. El diseño de estos edificios debe ser factible y funcional en niveles de seguridad, económicos y humanitarios, además de considerar la apariencia.
Un día normal en el trabajo de un arquitecto se suele desarrollar en una oficina o estudio, pero después del covid, las cosas empezaron a cambiar, y los trabajadores de esta industria ahora aplican una metodología híbrida. Las tareas de los arquitectos incluyen reuniones con los clientes, la elaboración de planos de construcción, estimar costos, revisar los códigos de construcción y pedir permisos urbanos o municipales. Una parte importante de las tareas de un arquitecto o de hasta un ingeniero civil es visitar los sitios de construcción para ver que el proyecto esté saliendo bien.
Un aspecto vital de las responsabilidades de un arquitecto involucra la gestión de proyectos, porque deben integrar las tareas importantes que otros colaboradores realizan en un proyecto de construcción. Estos colaboradores incluyen a ingenieros civiles, obreros de la construcción y hasta diseñadores de interiores. Como el arquitecto es quien es contratado por el cliente, tienen la responsabilidad de administrar a los otros profesionales mientras se aseguran de que el proyecto se realice a tiempo, cumpla con las normas necesarias y sea rentable.
Las diferencias principales entre un arquitecto y un ingeniero civil
Ya mencionamos que los arquitectos y los ingenieros civiles trabajan muy de cerca. Ellos colaboran en las fases de planificación, de diseño y de construcción de un proyecto. Lo que los diferencia yace en los objetivos que cada profesión busca.
Los ingenieros civiles se concentran en el análisis de la integridad estructural del diseño. Este conocimiento quizás no sea tan necesario para construir una casa de un piso, pero es impensable evitarlo al diseñar un puente, un complejo de departamentos, la entrada a un subterráneo, etc. Los ingenieros civiles se aseguran de que una estructura pueda soportar las cargas y las fuerzas que experimentará durante su ciclo de vida.
Por otro lado, los arquitectos se enfocan en el diseño estético, en cómo se verá el edificio y cómo existirá en el contexto urbano o natural en el que se ubica. Son los responsables de la funcionalidad de la estructura, que incluye el lado sustentable y los requerimientos humanos necesarios para que el edificio esté bien diseñado. Los arquitectos también deben conocer las necesidades técnicas y materiales para que un edificio sea sólido, pero en el caso de un proyecto de gran escala, también se necesita un ingeniero civil para que colabore o supervise.
Estos dos profesionales trabajan juntos para crear una obra maestra de diseño, estética y sustentabilidad.
Las funciones de los arquitectos en la construcción
El primer paso de cualquier proyecto de construcción es reunirse con el cliente hasta que las necesidades y requerimientos del proyecto estén claros y que ambas partes estén satisfechas con el concepto de diseño. El camino a que la visión sea aceptada por los clientes puede ser largo, y hablaremos de eso más adelante en este artículo. Es en este momento del ciclo de vida del proyecto donde el arquitecto o equipo de arquitectos, dependiendo del alcance del trabajo, incorpora a otros profesionales si fuera necesario. Por ejemplo, los arquitectos deben trabajar de cerca con ingenieros civiles y estructurales si diseñan un edificio para poder revisar su integridad estructural.
Pero el alcance de la responsabilidad de un arquitecto va más allá de la fase del diseño del edificio. Ellos están involucrados en todos las etapas del proyecto, desde el surgimiento de la idea a la creación física, la optimización de la eficacia energética, el trabajo con representantes de la zona, el entendimiento del mercado hasta ver cómo el edificio afectará al área en el que se construya.
Tareas y responsabilidades de los arquitectos
Un arquitecto debe tener ciertas habilidades profesionales para poder mantener su negocio a flote. El diseño y el desarrollo de los conceptos es un requerimiento principal, ya que es este saber básico el que toma la idea del cliente y la aplica en el mundo real. Esto, por supuesto, debe ser seguido por una investigación relacionada a los códigos específicos de construcción y a los requerimientos de seguridad de ese proyecto en particular. Los arquitectos deben obtener una visión clara de las reglas locales municipales y también necesitan entender cómo su proyecto afectará y será afectado por su entorno natural.
Otro aspecto de las tareas de investigación de un arquitecto involucra los cambios constantes en las normas legales que impactarán a su trabajo. Esta actualización constante también es necesaria en el campo de la construcción y de los edificios tecnológicos, y requiere no solo de un software de modelado y de diseño, de herramientas de visualización y de BIM, sino que también se necesita un estudio constante de las soluciones disponibles para mantener una ventaja competitiva, como los softwares de gestión de proyectos que optimicen el flujo de trabajo, eleven los resultados, aumenten la rentabilidad y aseguren un mejor ambiente de trabajo colaborativo.
Algunas de estas soluciones tecnológicas también pueden mejorar la relación y el vínculo con los clientes. La retención y el servicio al cliente puede mejorar o quebrar a un estudio de arquitectos, ya que si no tienen clientes, hasta los mejores diseñadores no pueden hacer nada. Las habilidades sociales requeridas en este campo de trabajo suelen pasarse por alto, los clientes con los que lidia un arquitecto van desde futuros dueños de hogares hasta grandes corporaciones o incluso proyectos requeridos por un gobierno, pero todos tienen algo en común: están invirtiendo grandes sumas de dinero en su futuro y necesitan confiar en la persona a la que le asignan esta tarea. Las buenas habilidades comunicativas son necesarias.
Planes de construcción, proceso de diseño, planes de proyectos y documentación
Ya hablamos de lo que implican las primeras reuniones del cliente con el equipo, pero esta es una etapa en donde se tratan varios temas delicados. Una vez que se definió la idea, el arquitecto debe comprender a la perfección los requerimientos del cliente y el presupuesto del proyecto, planificar una visita al sitio de construcción para ver sus características particulares y revisar las regulaciones municipales y de seguridad, y luego, si fuera necesario, el diseño debe ser aprobado por ingenieros.
Este proceso debe documentarse con meticulosidad, ya que hay varias formas en las que un proyecto puede retrasarse o verse afectado por problemas. También pueden surgir algunas complicaciones inevitables, como las condiciones climáticas, pero la mayoría de los problemas pueden evitarse con una buena gestión de proyectos y un ambiente de trabajo ordenado: presentar a tiempo los documentos necesarios, utilizar las herramientas adecuadas de comunicación con el equipo de construcción y el cliente, asignar los recursos correctos para las tareas respectivas y crear un plan y un presupuesto eficaces.
Estas son las habilidades blandas que pueden mejorar mucho a un estudio de arquitectos, y es la razón por la que insistimos en que la visión no es solo una técnica de modelado, sino que es una mentalidad de negocios. La información y su gestión eficaz pueden ser el aliado necesario para mejorar los resultados y elevar la rentabilidad.
El proceso de construcción y el diseño del edificio
Liderar y desarrollar proyectos desde su concepción hasta el diseño es una de las principales competencias que un arquitecto debe tener, y un emprendimiento así de complejo se puede simplificar si se divide en tareas más manejables, como:
- Determinar los requerimientos del cliente
- Preparar diseños del proyecto
- Analizar el sitio de obra y estudiar la estructura existente
- Investigar la importancia cultural, ambiental e histórica del lugar
- Documentar los desarrollos comerciales e industriales
- Considerar los materiales de construcción
- Crear un contrato
- Presentar los permisos de construcción
- Gestionar a los equipos involucrados
- Contratar a subcontratistas en las áreas necesarias
- Modificar planes para adaptarse a la visión del cliente y a los requerimientos de ventas
Contratos y cálculos de costos
El cálculo de costos es fundamental para cualquier empresa de servicios profesionales, hacemos mucho hincapié en esto. Esta acción forma parte de la gestión eficiente de recursos, de la planificación del tiempo y del cumplimiento de cada fase del proyecto a tiempo. Los arquitectos deben estimular la habilidad de visualizar cada aspecto del proyecto, y no solo de las partes relacionadas a la construcción y el diseño. Se requiere de inteligencia de negocios para poder continuar realizando diseños creativos y generando buenas ideas en la industria de la construcción.
Subestimar la cantidad de trabajo a realizar por los subcontratistas puede diezmar las ganancias de un proyecto. Crear presupuestos adecuados requiere de experiencia, información y objetivos claros. Existen muchas soluciones de software que asisten a las empresas de servicios profesionales para que entiendan mejor las finanzas de sus operaciones. Estos softwares trabajan con tecnologías para mejorar el flujo de trabajo y optimizar la mentalidad de inteligencia de negocios. El diseño y la creación pueden alcanzar incluso mejores resultados con los recursos adecuados.
Poder entender el alcance total de los costos implicados en la producción, como los salarios, los materiales, los colaboradores externos o las tarifas fijas, es fundamental para cobrar un precio adecuado. Una vez que una empresa entiende cómo funcionan los costos de producción, se ubicará en una mejor posición para negociar tarifas y redactar los contratos de los proyectos.
Si un arquitecto es consciente de cómo realizar cálculos de costos u obtiene la información necesaria de una solución de software, entonces podrá ayudar cuando comience la negociación de los contratos. De esta forma, podrá utilizar los informes de análisis y la información para comunicarse y explicarle al cliente qué se necesita para llevar a cabo sus ideas.
Las necesidades del cliente
Como mencionamos antes, los clientes que contratan a un arquitecto suelen invertir su dinero producto de mucho esfuerzo en sus futuros. Por supuesto, el tipo de inversión va a ser diferente dependiendo de la naturaleza del proyecto. Una joven pareja que dedica sus ahorros y pide un préstamo tendrá distintas preocupaciones respecto de un pedido que una megacorporación que invierte parte de sus ganancias en un nuevo desarrollo, por ejemplo, y el trato empático que estas partes deberían recibir no es igual.
La conexión humana y la gestión de la comunicación serán más suaves con la joven pareja, mientras que la megacorporación querrá informes de negocios más claros y tiempos de entrega respetables. Un arquitecto tratará los proyectos con los mismos estándares de calidad y responsabilidad, pero los objetivos son diferentes en cada grupo.
Otra habilidad blanda que un buen arquitecto necesita es poder escuchar activamente a sus clientes para poder mantenerlos y crear estructuras que cumplan con la calidad y el diseño estético que un cliente imagina. Se debe prestar atención a lo que dicen y a lo que en realidad quieren decir. Sorkin lo definió de forma clara: “Un arquitecto debe saber lo que el cliente quiere. Lo que el cliente piensa que quiere. Lo que el cliente necesita. Lo que el cliente puede pagar”. Esto se puede lograr con el apoyo de una buena herramienta de gestión de proyectos y con una buena mentalidad de inteligencia de negocios.
En COR nos tomamos el trabajo de las empresas de servicios profesionales muy seriamente. Nuestro objetivo es mejorar sus márgenes y permitirles volverse más rentables al mismo tiempo que ofrecen trabajo de calidad al mundo. Entendemos lo trabajadores que pueden ser nuestros clientes, y es por eso que ofrecemos una solución integral impulsada por la inteligencia artificial y el aprendizaje automático. Queremos ayudar a las empresas a repensar su relación con sus clientes y cobrar acorde al valor que generan.
Con nuestra herramienta puedes invitar a los clientes a revisar sus proyectos y construir una mejor relación en base a la transparencia y la confianza, y de esta forma, crear un mejor vínculo para proyectos futuros que se administren mejor gracias a nuestra función de cálculo de costos y de generación automática de informes. Si estás perdiendo ganancias y te cuesta cumplir con fechas de entrega, echa un vistazo a cómo podemos ayudarte ¡y pide una prueba hoy!