Cuando nota que su organización comienza a crecer, y pierde noción de la cantidad de información que se maneja, el tiempo y el dinero invertido durante cada proceso de trabajo, necesita de alguien (o algo) que comience a darle una mano.
Un sistema de gestión facilita, mide y organiza el trabajo dentro de una empresa. Sabemos que cada organización es distinta, pero también sabemos que parten de un mismo objetivo: ser más eficientes para aumentar ventas y rentabilidad.
¿Qué ventajas tienen?
Son una fuente confiable de información
Su poder radica en la capacidad de almacenamiento y centralización de los datos que maneja su empresa; esto puede abarcar desde contraseñas, hasta los datos de presupuestos de sus clientes. Es fundamental que los servidores sean confiables.
Fortalecen la comunicación interna
Cuando la comunicación entre el equipo falla, todo el proceso lo hace. Por eso, gracias a estos sistemas donde la información está almacenada y volcada correctamente, los datos fluyen por toda la empresa. Como resultado, se facilita la toma de decisiones y se reduce el margen de error de cada tarea.
Se adaptan a cualquier rubro o tamaño de la empresa
Un sistema de gestión eficiente permite personalizar y adaptar sus herramientas a las necesidades y características de cada organización. Justamente aquí está la clave: la gestión de una Pyme es muy distinta a la de una gran compañía o a la de un emprendimiento pequeño.
Reducen costos y generan productividad
Cuando se logra una buena optimización de los recursos, la rentabilidad de su organización se puede medir con mayor exactitud. No tener un registro claro del dinero invertido en un proyecto, puede concluir en una pérdida monetaria imperceptible.
Integran las distintas áreas
Desde el área de finanzas o comercial, hasta la de producción o recursos humanos, pueden tener acceso a la misma información, conocer el estado del trabajo del resto del equipo, medir sus resultados y ver los progresos.
Organizan el trabajo
Pequeños emprendimientos, pymes, y grandes empresas necesitan tener su trabajo organizado por sectores, tareas y/o proyectos. La organización del flujo de trabajo se relaciona directamente con la productividad de cada organización.
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